MONTESA IMPALA 2 125

En 1982, con motivo de la celebración de la Impalada, Montesa presentó las cuatro primeras unidades de la revisión de su clásico más querido: la Montesa Impala. Diez años después del cese de su fabricación, y en parte como solución a la crisis que sufría la firma, los responsables de Montesa encontraron un hueco de mercado en los nostálgicos y en aquellos que buscaban una moto robusta y económica. La luz verde a este proyecto se había dado a finales de 1981, y en apenas unos meses estuvieron listas las primeras unidades. Como es de suponer, la vieja Impala recibió algunas mejoras: volante electrónico, tapa lateral de motor ventilada, nuevo silencioso, llantas de aleación?. Y depósito en poliéster, dado que fue imposible encontrar los antiguos moldes de estampación de chapa. Comercializada a partir de 1983, inicialmente sólo se vendió en versión de 175, aunque no tardó en llegar una versión de 125, con mejores acabados que su hermana mayor, y por tanto, más cara, por lo que se vendió en un número casi anecdótico.